miércoles, 14 de julio de 2010

DESPEDIDA

María, te corrieron de tu casa y de tu sangre.

Ya no escucharás el canto de los grillos en el jardín nocturno

ni olerás la dulzura del aire de tu barrio.

No probarás más el pan de levadura de la nana Celia

ni te mecerás en la silla del patio trasero,

tampoco disfrutarás de los libros de tu padre.

Dejas unos cajones llenos de ropas útiles

y el tarro que usabas para calentar el te y la leche.

Afuera en el patio ya no recogerás las piñas,

y el pino, que defendiste con tu vida,

será convertido en leños a los que les negarán el fuego.

María, te echaron un viernes sin importar que fuera santo,

te aventaron sin tu bolso a la banqueta;

de golpe se cerró la puerta y

al subir al camión quedó herido el recuerdo.

María, ya te olvidaron, busca un nuevo jardín,

otros amores, otra casa, otro aire.

Al menos un naranjo con flores de futuro

POESÍA ES MI LENGUA

Abro mis labios, y deposito en la atmósfera un torrente de sol,
como un suicida que pone su semilla
en el aire cuando hace estallar sus sesos en el resplandor del laberinto.


Ya sé que el sol de la muerte me está haciendo girar en un eterno proceso
de rotación y traslación llamado falsamente Poesía.
A veces, como hoy, esta aparente confusión me hace reír a carcajadas.
Este torbellino de palabras volcánicas como una erupción,
que son una amenaza para los sacerdotes del soneto y el número.


Pero es un sol innumerable lo que me sale por la boca,
como un vómito de encendido carbón qué me abrasara las ideas y las vísceras.


Estoy perdido para el mundo,
aunque mi reino sean todos los mundos posibles,
porque yo soy el testigo de mi propia creación.
Mi creación es mi pasión. Por eso hago soplar los vientos
para que den testimonio de mis llamas.


Yo estoy en el medio de las pasiones que imitan la ululación de mi cólera,
porque de los apasionados es mi reino.
Cada lágrima derramada con pasión es un grano de arena robado al desierto del vacío.
Cada beso es una llama para el resplandor de los muertos.


Que el tiempo de los encantos es un baile de máscaras,
y nada vale rehuir su hechizo.
Las personas son máscaras; y las acciones juegos de enmascarados.
Los deseos, contribuyen al desarrollo normal de la farsa.
Los hombres denominan toda esta multiplicidad de seres y fenómenos,
y consumen el tesoro de sus días disfrazándose de muertos.


Yo vi el principio de esta especie de reptil y de nube.
Se reunían por la noche en las cavernas.
Dormían juntos para reproducirse.
Todos estaban solos con sus cuerpos desnudos.
En sus sueños volaban como todos los niños,
pero estaban seguros de su vuelo.


He nacido para conducirlos por el paso terrestre.
Soy la luz orgullosa del hombre encadenado.
Soy el torrente que echa a volar la moda y la costumbre,
y me encarno en los hombres de mil naturalezas
porque gusto mostrarme como un monstruo,
para que el hombre entienda cuándo soplan mis vientos.


Yo canto por la lengua de los arrebatados,
los que me identifican con su sangre y su rostro.


Todo hombre vuelve a mí cuando sube a buscar
el origen de su soledad que tanto lo alucina.
Cuando niños, los hombres me dan su corazón.
Después empiezan a podrirse,
y pierden el contacto con su animal sagrado.


El hombre que quería ser Dios, se está muriendo desde el comienzo de sus días.
El guerrero que quiso toda la superficie del planeta,
se está muriendo.
El hombre que soñaba
la conquista del sol, se está cada mañana obscureciendo.


Todo, y todo,
y todo
se está muriendo de sí mismo.


Pero yo soy el viento que sopla sobre el mar del tormento y del gozo.
El que arranca a los moribundos su más bella palabra.
El que ilumina la respiración de los vivientes.
El que aviva el fuego fragmentario de los pasajeros sonámbulos.


Yo soy el viento de su origen
que sopla donde quiere.


Mis alas invisibles
están grabadas en su esqueleto.
En este instante,
todos los hombres están oyendo mi golpe y mi palabra,
pero los dejo en libertad.

De La miseria del hombre, 1948 Gonzalo Rojas Poeta Chileno

OSCURO

Cuando se pone negra la pantalla al final de una escena en el cine es un obscuro, también se llama fundido.

Oscuro, fundido, cambio de escena, final.

Cuando cierro los ojos, entro en un fundido farsante. Sí, desaparecen los objetos que me rodean como si todo dejara de existir, pero en mi mente no hay oscuro, no existe el fundido. Cierro los ojos y se inicia una danza loca de imágenes…que no son presente, no son futuro, ni siquiera pasado, son sólo locura, mezcla de tiempo, incoherencias, arrepentimientos, temores, sueños y pérdida...no hay oscuro sino un torbellino sucio e interminable.

Anhelo un fundido realmente oscuro, donde el silencio y la nada dominen. Quiero una oscuridad total, aunque dure un segundo, pero que su brevedad sea un presente eterno…de ser sin tener ni hacer; de sentir que la vida es perfecta….de no pensar.

Y, cuando abra los ojos, la luz sea sólo eso y de tal manera que vivir no sea tarea, ni riesgo, ni ventaja, ni muerte, ni nada

María Elena Gómez V. marzo 2010

MONTAÑA ES CORAZÓN

‘Montaña’ en el mundo mesoamericano es el nombre por excelencia, es el prefijo que designa a las ciudades más importantes, y expresa con una metáfora que el nombre es algo profundo, porque es el corazón.

Es de todos conocido que la sabiduría la adquieren los profetas en las montañas, las cuales son emblema de la misma –casi siempre- o de purificación. Moisés subió a una y ahí obtuvo las tablas de la ley, igualmente Hammurabi. Raymundo Lulio subió al monte Randa después de su vida disoluta y tuvo una visión de sabiduría, Lulio es el cabalista que unió los tres libros sagrados: Corán, Torá y Biblia. Mahoma también recibe la iluminación en An-Nur en la cueva de Hira. La piedra sagrada en La Meca es un meteoro que hace las veces de betilo . El monte Tabor es una montaña de sabiduría y misticismo para los judíos. Los dioses habitan en el Olimpo y es en una montaña en donde encalla el Arca de Noé. Los lamas habitan en el Himalaya y
el maestro Usui recibió los símbolos sagrados para la sanación del Reiki en una montaña.
Los Aztecas salieron de una cueva que está dentro de una cerro llamado Culhuacan (cerro jorobado) y Coatlicue sube a una montaña para ser purificada. El Tepeyac , era una de tantas prominencias que se asociaban a esta vieja madre, para luego, confundida, en el sentido de fusionado, con la religiosidad hispana, en lugar de la madre del dios colibrí se corona a la virgen de Guadalupe; son las pirámides representación de escalones al cielo. Jesús, el Cristo entrega su vida en el Gólgota, inicio de la jornada en donde nos muestra que vence a la muerte.

En canciones, mitología, poemas y cuentos encontramos la montaña, arquetipo de iluminación, de cercanía con los dioses o residencia de los mismos, símbolo del hombre como reto a alcanzar su cúspide y bajar victorioso de la ignorancia, la enfermedad y la muerte.

A la montaña se corresponde siempre el arquetipo de una cueva, que es conducto al inframundo. Sin embargo, me gusta más la interpretación de la cueva como símbolo del viaje al interior de uno mismo, el regreso al útero. Hacía arriba, hacia el cielo la cima; hacia abajo, la montaña invertida, la sima. Cima y sima. Es también el pozo arquetipo y fuente de ciencia, de algunos hombres ilustrados se dice: “es un pozo de sabiduría”. En el relato de José, en la Biblia, el pozo es símbolo del claustro materno, en él es arrojado por su hermano en una forma metafórica de decretarle: “Tú nunca naciste” es el mismo hermano quien lo saca y lo vende a los mercaderes dándole así la oportunidad de renacer.
Quiero hablar ahora de una montaña que quiso construir Rubén Jasso, artista local, a la orilla de la presa del Palote:
Nos invitó a aventar una piedra en un lugar por el elegido, así cada uno sumaríamos hasta hacer crecer el monte. Tenía un sentido fundacional participativo y al hacerlo de piedras le reconocía el valor de eternidad ¿Percibió el artista nuestra carencia de corazón? ¿Qué pasó con el proyecto? ¿No escuchamos su invitación? ¿A muy pocos les importó el sentido de la eternidad hecha montaña? No sé. Yo puse una piedra que encontré a la orilla del camino, tenía tonos grises, azules y verdes e increíblemente la forma de un corazón, la arrojé al monte naciente y, después, cuando volví al cabo de algunos meses ya no existía. Desapareció el monte y con él mi corazón de piedra. Hay montañas que se quedan en embrión, cerritos que no llegan a ser montañas.
Con Thomas Mann la montaña es el camino de la salud a través de la enfermedad y está muy conectado al concepto de tiempo, tiempo que se detiene adquiriendo así su verdadero significado. Ahí, al hacer cosas esenciales  más que detenerse deja de existir. En la montaña mágica no hay tiempo.
A leer la montaña mágica podemos aprender lo que aprendió Hans Castorp, que la perfecta salud se adquiere mediante la experiencia profunda y personal de la enfermedad y necesario es pues rendirse antes de ser redimidos. Así pues como dice el protagonista, hay dos caminos para vivir: uno, el común y directo –quizá el más fácil- y el otro, que nos invita a subir la montaña. Es arduo, peligroso pero acrisola, en ese camino el tiempo no es ya nuestro enemigo deja de existir brindando la ocasión de experimentarnos en ese paso de cabras, risco y desfiladero, única puerta hacia el conocimiento, la salud y la vida
                                                           31 de agosto del 2009
Maria Elena Gómez

¿CUÁNTAS VIDAS?

Te reclamo por mi amor
aunque se demore muchas vidas
nuestro encuentro.

Mucho debemos aprender,
mucho debemos olvidar
hasta que llegue el tiempo
de amarnos.

Pero llegará el tiempo
¡oh sí!
EL tiempo llegará.

María Elena Noviembre de 1996

DUELO

La noche huele a ozono y a tristeza. La noche se astilla con rayos que desgarran y hay olor a muerte. El trueno asola el alma y en las calles, antes de caer la tormenta, rueda el desconsuelo.

Me duele tanto el dolor, que se me han cerrado de golpe todas las ventanas y los caminos ahora son de petróleo virgen que ennegrece el paso de mi abandono. Es ocasión paridora del pecado original, ya las sombras hablan de lujuria que no tiene rumbo ni destino y es enemiga de la dicha profunda.

Se agota el tiempo, lo sé porque me entrego sin piedad a un cuerpo que me usa sin futuro. Se lamenta la tierra desde lo hondo con un grito de llanto largo tiempo contenido mientras se bebe la vida que abortamos, la que nunca será.

Por ella llora, ya sin lágrimas, el viento.

Se secó el cielo, la tierra quedó llorada y si hay mañana ya no importa.

La luna se ausentó por nueva y en el toronjo canta el búho.

Esta noche se ha envuelto en crespones de luto.

María Elena Gómez

ILAPSO

Sufres de mutación cíclica y,
en este momento, estás en un
confinamiento de insondable letargo.

Tus ojos con mecánicas pestañas,
se aturden viendo un piso burgués con
porcelanas y lámparas nouveau

Mientras profundo te recoges,
tu tierra es una franja remota
que olvidas en un silencio indiferente.

Vienen a tu mente sombras de
cortinas hechas con meandros de bolillo…
recuerdos que te atraviesan como
si fueras de agua y,
mirando tu cuaderno forrado en seda,
te abrazas en lánguido sopor.

No quieres salir del viaje taciturno
en tu sofá de cuero ruso,
te sientes intangible como si fueras
un aire suspendido y calmo.

Sin querer, adviertes una grieta en el
muro medianero y a través de ella
te ves a ti misma sin retorno:
de oro la ropa, la piel y la indómita mirada …
liberada en otra tierra.

María Elena.
2 de Marzo

SOY OTRA

Este paisaje es el mismo sin ti,
pero vacío está de árboles,
de senderos y de fuentes...
La sombra pretexta la cara amiga de la luna.


Esta casa es la misma sin ti,
pero está sin sabor la mesa
y el hogar sin brasas.
Sólo duermevela hay en la cama.


Esta ciudad es la misma sin ti,
pero no vibra la música en el kiosco
ni llama la campana.


Esta soy yo, creyendo ser la misma sin ti,
pero me extraño, soy ajena a mi mirada,
en realidad...soy otra.

Maria Elena Gómez

SONETO AL AMOR

Un soneto al amor no es cosa viable,
enrejar los suspiros con la pluma
es pretender armarse con la bruma
y permitir que el corazón sea amable

Confiar en que en las letras sea abarcable
sin que pierda la miel ni se resuma
querer rimar amor, verso y espuma
sabiendo es sentimiento inexplicable.

Un soneto al amor es obsoleto
Pero el amor esta siempre de moda.
Quiero decirlo con un verso recto

Que si el amor no asoma por mi oda
y al yo rimar me ponga en un aprieto
me conforme si logro una rapsoda


Maria Elena Gómez

COMO JAIME SABINES

Voy a guardar este día entre las horas para siempre:
el cuarto a media luz, el silencio y el frío.
Tú a mi lado iniciando el amor y
luego sobre mí, el fluir claro e inexorable
que es el principio de la vida,
manantial primitivo, perfumado y puro.
Nadie ha de sentir su tersura inigualable
y bañarse con él.
Sólo yo en esta noche
que voy a guardar entre las horas para siempre

RAÍZ DEL MIEDO

Acostada estoy y en mis heridas,
huelo al miedo... la raíz del miedo.
Está clavada en el centro de mi cuerpo.

Sentimiento inútil que tiene sus raíz en el orgullo,
miedo de que este amor se convierta en una
guerra estúpida que no sepamos en donde comenzó.

En la raíz del miedo mal nacido vive la creencia
de que el tiempo existe, y que es un enemigo
sin manos y sin rostro.

Lo huelo y temo que me atrape en un laberinto,
mitológico e íntimo, que me lleve a la pesadilla
de tu ausencia...esa... que no existe.

Miedo

DOS PLUMAS

Ayer me compré dos plumas especiales:
una negra, otra azul.
Las voy a usar para escribir de amor
de muerte y de poesía.
El negro para cuando esté triste,
el azul para escribir sentimientos radiantes,
como los de hoy.

martes, 13 de julio de 2010

TRENCITO

TRENCITO
Va el trencito de Santiago hacia Parral, y es un tren contento,
Porque su pitido –que es constante- es como si alguien fuera soplando un instrumento;
casi parece que  va a iniciar una melodía sinfónica sin autor o ¿quién lo sabe...?
 una de esas obras clásicas, en donde predominan los sonidos de metales.
Alegre el tren, bello el paisaje: al fondo la Cordillera tan cercana, nieve...luego vides, parrales, álamos, poblados, carreteras, caminos, puentes,…luego árido… y de nuevo álamos, verde, nieve, vides, campos y parrales…
...y el trencito cantando, tocando su clarín y su trompeta
en cada cruce se anuncia soplando sus metales.
Vamos a Parral, estoy contenta. Ya pasó lo peor, lo más difícil:
 la operación y la inicial convalecencia.
 Mas que contenta estoy dichosa,
                                por estar viva,
                                      por estar sana,
                                            porque estoy en el presente
                                                     y veo el futuro.
Sigue pitando el tren, y yo, en silencio, voy cantando.
 Quiero  llegar a Parral  y seguir...
 caminando en el campo,
 gozando las estrellas,
 abrazarte de nuevo y simplemente vivir.