martes, 30 de marzo de 2010

KONSTANDINOS KAVAFIS I POLIS

Konstandinos Kavafis

Konstandinos Kavafis (1863-1933) nació y murió en Alejandría. Fue el último, de nueve hijos, de una pareja de prósperos comerciantes fanariotas de Constantinopla. Su padre, Pedro Kavafis, se había casado a mediados de siglo con una muchacha de catorce años, Khariklia Potiadis, hija de un rico mercader en diamantes que decía descender de un obispo de Cesárea y de un príncipe de Samos. Después de su matrimonio se estableció en Liverpool, donde tenía una casa de exportación de telas e importación de algodón. En mil ochocientos cincuenta y cuatro se mudaron a Alejandría para establecer una sucursal de su negocio. Pedro Kavafis murió en mil ochocientos setenta, cuando Konstandinos tenía siete, dejando una escasa fortuna, luego de haber sido uno de los más ricos comerciantes de la ciudad. Tres años después, Khariklia decidió regresar a Liverpool en un intento por rehacer la fortuna de su marido, pero la inexperiencia de sus hijos los llevó a la ruina definitiva, teniendo que volver a Alejandría en mil ochocientos setenta y nueve.

Los siete años que Kavafis pasó en Inglaterra -entre los nueve y los dieciséis-, fueron definitivos para su formación. Aprendió inglés, conoció las costumbres victorianas, escribió sus primeros poemas y se familiarizó con los escritos de Shakespeare, Browning y Wilde, de quienes hay resonancias en sus versos.





I POLIS


Terminado el viaje, consciente o no, en la ciudad que cada uno llevamos, terminaremos nuestros días.
Consumido el tiempo que nos fue dado, si no alcanzamos la riqueza que da el conocimiento,
no habrá nuevos puertos y todas la partidas serán inútiles:

y dices:

«Iré a otra tierra, a otro mar,

otra ciudad mejor que ésta encontraré.

Todos mis esfuerzos son una condena y

casi muerto está mi corazón.

¿Hasta cuándo podré, aquí, languidecer?

Adonde vea, cualquier cosa que mire,

veo las negras ruinas de mi vida aquí

donde he gastado tantos años,

desperdiciados, destruídos totalmente»

No encontrarás otra tierra, otro mar.

La ciudad te perseguirá.

Caminarás las mismas calles, envejecerás en los mismos barrios,

en las mismas casas encanecerás.

Aquí terminarás, no esperes nada mejor.

No hay barco para ti, no hay camino.

Como has destruido aquí tu vida,

en esta angosta esquina de la tierra,

así las has destruido en todo el mundo.

Konstandinos Kavafis

domingo, 21 de marzo de 2010

Líderes

En la película Invictus tenemos la oportunidad de recordar y conocer un poco más a un gran líder, sé que ahora se renueva la idea de la necesidad de guías en el país, necesidad de líderes. En México hemos tenido grandes, para mi gusto Maquío lo fue y su labor sigue trascendiendo su partida. Vicente Fox nos llevo con su liderazgo a concretar la tan dicha frase "si se puede".
Creo que en nuestra comunidad más que lideres, necesitamos encontrar que la verdadera guía es interior y que mientras sigamos durmiendo y sordos a nuestra misión, no hay líder que nos pueda llevar a salir de nuestra situación.
Seamos líderes cada uno, seamos creativos y emprendedores, no esperemos a que vengan y nos tomen de la mano como niños, o que un Mesías nos salve.
¿cómo la ves