Quise pactar con dios o con quien mande
verte solo una vez
para ponerle rostro a un día,
a una caricia, incluso a un adiós.
No tengo señas ni una tarjeta,
una foto o un flor en las páginas de un libro.
Fuiste lejanía que me hirió como un abismo
en cuyo fondo se erizaban piedras de cantos agudos.
Amor y muerte simultáneos:
amor porque saberte me dio la fuerza de alzarme del olvido.
Primero te quise amigo, luego me quise colgar de ti como rescate.
Pero no pasó de ser un deseo de tu presencia,
porque nunca llegaste.
Muerte porque eras arenas movedizas,
y tus cartas peligro solamente,
Fuiste en verdad una serie de lentas despedidas.
Yo que me había inventado un amor como el Titanic,
supe luego que estaba destinado igual al hundimiento,
con todo y su perseverante música.
Ahora sigo esperando para mi bien ( o para mi mal) olvidarte
aunque deseo obstinada verte una sola vez …
sólo un instante.