domingo, 18 de diciembre de 2011
SOMBRAS DE DESEO
sábado, 12 de noviembre de 2011
CONCILIACIÓN
noche plena, bendita y anhelada.
Noche en que mi alma prisionera
se concilió con mi carne castigada.
Oscuridad redonda, misteriosa;
silente, mágica, estrellada,
que dio sentido y trascendencia
a mi entrega largamente postergada.
Noche en que impregnaste sin medida
con el perfume de tu cuerpo mi alborada.
sábado, 1 de octubre de 2011
LA PALABRA ES CONTUNDENTE
Era octubre cuando ella, revisando el buzón de sus correos electrónicos, leyó:
Jorge asunto >>Pasión virtual
Lo empezó a leer y las primeras palabras le hicieron soltar un ¡Oh!, que era más bien una a, suavemente aspirada. ¿Leyó bien? … ¿Querida Señora? Sí, así dice.
Luego, él platicaba de una estupenda novela. La descripción de la trama era escueta, lo que la conmovió fue la correcta explicación “…no estoy haciendo una comparación con nuestra relación ni mucho menos…” que no impidió que la <querida señora> se llevara una mano al pecho al leer el título de la obra mencionada: Pasión Virtual.
POR TU AUSENCIA...
lunes, 26 de septiembre de 2011
PERFUME
Desde niña me han gustado los aromas a madera. Me llevan en un instante a mi infancia en la sierra. A eso olía, y a humo. Se dedicaba a la venta de monedas, medallas, cadenitas y diversos objetos de oro; desde chucherías hasta piezas valiosas.
¡Oh no! ¡Qué tonta!
Por otro lado gané... la vergüenza de verle la cara a mi ambición.
lunes, 15 de agosto de 2011
PAN DE VACA
No de los que hay en el rancho, sino de los que están en papel encerado.
Quiero comerlo entero, como los que vende la “Vaca”; el furgón que desde mi infancia muge, anunciando que llega con su carga de delicias. Lo escucho, y sin importar lo que esté haciendo, corro. ¡Qué delicia! Pan dulce de la "Vaca"
Son dos galletones pegados con una pizca de mermelada, cubiertos de crema blanca batida con azúcar y coco rayado. Arriba merengues en tres colores: verde, blanco y rosa y, en el centro de las pencas verdes, jalea roja, simulando una cereza.
¡Todo simulación! Y cinco mil calorías.¡Llégale, ánimo! Una y más mordidas: penca, galleta, crema azucarada, coco, mermelada y todo el resto.
Comerlo es un arte: hay que abrir mucho la boca, para que la mordida sea completa; intentar no embarrarse la nariz, batirse en crema los dedos. Disfrutar sin empalago es imposible. Por último, la más sutil de las artes: mentirme que lo hago porque me lo merezco y que una vez al año no hace daño.
Lo malo es yo los como tres veces por semana.
El maguey de la "Vaca”, ¡es mi perdición!
domingo, 7 de agosto de 2011
INCONMENSURABLE
si alguien dice entender este dolor es porque lo vive o miente.
Quisiera tener palabras para este sentimiento pero suenan vacías y
en mis plegarias soy torpe. Queda solamente el silencio y ojalá llorar.
dijo un poeta, y el mío es polar y quema como el hielo.
Hay seres que nos indican como vivir de forma extra ordinaria
que tienen como todos dolor y llanto,
pero hay en ellos una luz que no deja de sorprender y así era Everardo.
Nada lo ha atado, -ni la vida-, vivió sus sueños,
se entregó con todo su gran peso a quien lo necesitara siempre sin medida.
Para él los kilómetros y el dinero eran sustancias de un mundo ajeno.
Sin tener un lugar estaba en todos, como ahora que sigue a nuestro lado.
jueves, 28 de julio de 2011
MEJOR ME CALLO
No tengo nada que decir y sin embargo, mi mente no se calla por las noches. Estoy cansada de su incesante plática incoherente, 'brincona', sin razón y sin respuestas. Sólo esta cháchara que me desvela y que, que cuando al fin logro dormir me desmañana con sus torpes comentarios de un sin fin de cosas que no tienen solución. Sus temas son de esos que no tienen sentido en las horas de la noche, lista de pendientes que sólo se pueden atender en horas hábiles, o de asuntos que nunca tendrán hora, ya que mi mente igual que hace la lista del supermercado, planea el robo de algo inexistente, invita a proyectos que no me interesan y se cuestiona incansable sobre decisiones que no quiero abordar.
El otro día, es decir la otra noche, no podía dormir porque a mi mente se le ocurrió escribir un libro ¡hazme el favor, como si fuera enchílame otra! pero de esas sutilezas ella no entiende y yo ¡sí yo!, intentando dormir y ella dale que dale escribiendo.
Eso sí, no sé que tengan las horas de la noche, que te lo juro, en ellas mi mente escribe como premio Nobel y dice palabras que no uso, con tanto tino, que no sé porqué no me levanto por un lápiz, será porque tal vez esos escritos no toleren el día o sean como fantasmas que con la luz y la vigilia se esfumen.
El libro que escribió esa noche mi mente, era autobiográfico, pero estoy segura que se inventó una personalidad o era la mente “bis” de un universo alterno, ya que no tenía nada que ver con la que yo conozco. Imagínate era aventurera, decidida, fresca, triunfadora, estaba enamorada y no temía a nadie ni a nada ¡es de risa!, porque no se le parece, pero yo la dejaba hablar.
¿Te dije que no tengo nada que decir? Si, sí te lo dije y aunque quisiera detenerla eso es imposible, cuando se pone en ese plan, no me escucha y confieso que además me atrapó la trama de su inexistente vida.
Aquí un poco de lo que recuerdo que mi mente escribió aquella noche:
“ ... mexicana, del DF. y no me siento orgullosa, ¿por qué que crees que traigo lentillas de color y me tiño el pelo de dorado? Yo debí nacer en otro lado, por lo menos en otra familia, una familia “nice”, la verdad que esto de ser mujer, mexicana y pobre no es como para ponerse a aplaudir, llevas todas las de perder y ni como ayudarte, por eso decidí largarme bien lejos, mínimo Las Vegas, y de ahí pa’arriba. Cogí el mundo y lo puse a girar, cerré los ojos y dije, “en donde caiga el dedo, ahí me voy” y que cae en África, ¡ah no! para nada. Entonces me di otra oportunidad, porque tarada no soy. ¡Va de nuevo!... Vueltas, vueltas, el dedo que señale para dónde, ¡Londres! ahora si me gustó... no creas que el dedo cayó exacto, pero casi, que no es lo mismo pero es igual.
¿Cuánto cuesta un boleto a Europa? Ni idea. Al día siguiente fui a hipotecar mi depa, me dieron una nada pero con eso la libraba. Busqué una agencia de viajes y en menos de una semana estaba en Londres; en el avión conocí a un libanés que se portó lindísimo conmigo y me ofreció su casa en lo que yo encontraba donde hospedarme, ¿qué puedo perder? me dije. Y acepté. En la segunda semana ya estaba enamorada de Londres y de Saúl. Conseguí trabajo en una taberna por las noches, por las tardes de mesera en un café italiano que quedaba a diez cuadras de donde vivía. A las tres semanas me movía perfectamente a pie, en camión o en metro, me sentía muy orgullosa; en un mes tenía trabajo, casa y mantenía a mi hombre. Cómo me gustaría que mis amigas me vieran, era yo totalmente europea...”
...te lo dije, esto no aguanta la luz del día, está fatal, no lo vuelo a hacer, mejor que mi mente siga hablando y yo... ¡que pena! Mejor me callo, porque no tengo nada que decir.
María Elena Gómez Velázquez
13 de Enero del 2004