domingo, 7 de agosto de 2011

INCONMENSURABLE

Qué rara me pareces vida, ahora que estoy sufriendo el que Everardo ha partido,
si alguien dice entender este dolor es porque lo vive o miente. 
Quisiera tener palabras para este sentimiento pero suenan vacías y 
en mis plegarias soy torpe. Queda solamente el silencio y ojalá llorar.
 "...tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento
dijo un poeta, y el mío es polar y quema como el hielo.
Rara la vida, ¿A dónde vamos? a qué luchar para acabar muriendo. 
Hay seres que nos indican como vivir de forma extra ordinaria 
que tienen como todos dolor y llanto,  
pero hay en ellos una luz que no deja de sorprender y así era Everardo. 
Nada lo ha atado, -ni la vida-, vivió sus sueños, 
se entregó con todo su gran peso a quien lo necesitara siempre sin medida. 
Para él los kilómetros y el dinero eran sustancias de un mundo ajeno. 
Sin tener un lugar estaba en todos, como ahora que sigue a nuestro lado.
Aventurero Lalo andador de  carreteras, playas, montañas, desiertos....¿Qué camino no recorriste en vida?
Amigo de todos, corazón libre y enorme.  Eras de roble, de viento, de sideral polvo, pura sangre.
El lenguaje no puede describir lo que es tan cierto y para que escribirlo si es tan vano...
¿Con que palabras digo que Lalo, mi querido Everardo, el inconmensurable, ha muerto?
                                                                    Invierno 2006

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