miércoles, 1 de septiembre de 2010

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS

Y viviéndote y respirándote de forma cotidiana,

sigo sin creer que esto que me sucede es mi personal revelación.

Soy incrédula…. ¿cómo explicarlo? es una sensación

de caída, de no lograrlo.

Tú sabes: Los milagros les suceden a los otros

Las ventajas son de otros

Los privilegios son siempre de los demás.

Por esto vivo en esta sensación de riesgo “a minutos de perderte”

Porque no creo en esta suerte perfecta de tu vida a mi lado;

de mi vida testigo de tus trabajos y tus días.

Y esta que soy desde siempre,

esta que decidió vivir exiliada de la vida,

se quiere negar el goce de vivir a tu lado.



María Elena Gómez

Verano 2005

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