Y viviéndote y respirándote de forma cotidiana,
sigo sin creer que esto que me sucede es mi personal revelación.
Soy incrédula…. ¿cómo explicarlo? es una sensación
de caída, de no lograrlo.
Tú sabes: Los milagros les suceden a los otros
Las ventajas son de otros
Los privilegios son siempre de los demás.
Por esto vivo en esta sensación de riesgo “a minutos de perderte”
Porque no creo en esta suerte perfecta de tu vida a mi lado;
de mi vida testigo de tus trabajos y tus días.
Y esta que soy desde siempre,
esta que decidió vivir exiliada de la vida,
se quiere negar el goce de vivir a tu lado.
María Elena Gómez
Verano 2005
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